miércoles, 18 de septiembre de 2013

Después de la Olimpiada: Manuel Jiménez


En mis primeros años de participar en las Olimpiadas de Matemáticas había gente que me preguntaba qué ganaba al participar. Con la limitada visión  que tenía, mi respuesta era que sólo ganaba un reconocimiento. Con el paso del tiempo me di cuenta que en realidad no era así.

De mi experiencia en la olimpiada recibí varias cosas. Me dio la oportunidad de viajar a algunos lugares del país y de conocer a gente que ahora admiro, las que considero las mentes más brillantes del país.

Mi paso por este concurso fue de gran influencia en mi vida. La olimpiada me ofreció un acercamiento a las matemáticas que no encontré tan frecuentemente en la escuela, una manera ordenada de razonar para resolver problemas y herramientas para comunicarme adecuadamente. Estas dos últimas me parecen habilidades importantísimas, no sólo para tener éxito en la olimpiada sino en general.

Al terminar mis participaciones decidí entrar a la carrera de matemáticas, que actualmente curso en la Universidad de Guanajuato. Gracias a mi formación olímpica la carrera no ha sido de gran dificultad aunque, como bien aprendí en la olimpiada, el talento no es suficiente si no se pone empeño en lo que se hace.

En el último año he regresado a colaborar con la Olimpiada de Matemáticas. Actualmente soy parte del equipo de entrenadores para la ONMAPS en Guanajuato, también colaboro con el equipo de entrenadores de la ONMAPS y de la OMM en San Luis potosí. Además, he participado en algunas olimpiadas universitarias y he obtenido resultados decentes.

Me siento muy agradecido con la Olimpiada por lo formativa que resultó la experiencia. Sin embargo, entre las cosas que obtuve de ella, la que más aprecio es la oportunidad que me dio de conocer a personas grandiosas que ahora llamo amigos.

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